Tejas Verdes, caserón castellano en el Norte de Madrid donde disfrutar al calor de la lumbre

Ubicado en pleno San Sebastián de los Reyes (localidad a escasos kilómetros de la capital), sorprende encontrar este caserón castellano, elegante y con mucha historia. Tanta como 55 años, que se dice pronto.

Así, en el lejano 1964, la familia Mayoral San Sebastián abre Tejas Verdes.

El propio nombre también tiene historia. Eso sí, nada que ver con «Ana de las Tejas Verdes» la novela de la canadiense Lucy Maud Montgomery, sino con algo mucho más simple. Y es que durante el tiempo que duraron las obras de construcción y edificación del caserón, las tejas acumuladas para el tejado a dos aguas, se habían vuelto verdes debido al verdín ocasionado por las lluvias y posterior humedad. De ahí que, en el momento de decidir el nombre, la familia lo tuviese claro: el restaurante de las «Tejas Verdes»

Tras tantos años de historia, sigue siendo un referente en la zona norte de Madrid.  A poco más de 10 minutos de la capital uno se puede fundir con un entorno (de una hectárea) natural, rústico y con mucho sabor.

Sorprende a la entrada el pozo situado en el centro, aperos de labranza, cobertizo (con sus pertrechos y cabezales), y las tinas de vino en el jardín. Un jardín precioso para las noches de primavera y verano, donde disfrutar en su pinada de las largas noches a la intemperie con el frescor del norte de Madrid.

Ahora, sin embargo, el protagonismo lo cobra la chimenea y su crepitar. Crea un ambiente bucólico y mágico que encandila y da pie para larguísimas sobremesas, como la que hemos podido disfrutar en nuestra visita al restaurante.

La cocina sigue siendo tradicional, pero sin perder de vista las nuevas tendencias. Raíces vascas donde la clave es el producto.

De los entrantes clásicos destacan las ensaladas, los embutidos, las croquetas caseras y, en general, todas las elaboraciones con productos de temporada. Comenzamos con unas alcachofas con almejas de sobresaliente.

Alcachofas con almejas

En su cocina de mercado, como digo, destaca el producto de temporada y de primera calidad. Continuamos con un timbal de verduras a la brasa. Sanísimo, buena textura y sabor extraordinario. Las habitas con jamón y el revuelto de morcilla son otros dos clásicos entrantes de la casa, ideales para compartir.

Timbal de verduras a la brasa

En cuanto a los principales, buenas carnes a la brasa, como el chuletón de Ávila, el rabo de toro o las chuletillas de cordero.

Sin embargo, quisiera hacer mención especial a los pescados.

Chipirones en su tinta

Sello propio tienen estos chipirones en su tinta, así como las kokotxas de bacalao al pil pil.

Y, si quieres acertar de pleno, sigue las recomendaciones del maître, como este fresquísimo lenguado. Chapeaux!

Lenguado, el rey

Deja sitio para el postre. Caseros y tradicionales con el flan o la tarta tatin.

Para los más golosos, la tarta de tres chocolates aportará la guinda a esta suculenta tarta «Tejas Verdes» al calor de las brasas.

Tarta casera de tres chocolates

El chef lleva toda la vida entre los fogones del restaurante y es, por méritos propios, parte de la familia.

El servicio exquisito, de los de siempre, con una atención extraordinaria que el cliente agradece. Se nota el sello de la casa, con Álvaro y Millán (tercera generación) al frente del negocio.

 

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