Primero fue Avilés. Allí abrieron Conchi Álvarez y su socio Mario Céspedes su primer restaurante peruano al que Mario (que es el chef) le añadió su gusto por la cocina Nikkei o, lo que es lo mismo, fusión peruana y japonesa. A ello le sumaron toques de la tierra, de Asturias. Fue un éxito rotundo. Y así, se lanzaron a abrir Ronda 14 en la capital de España.
Ubicado en la Calle General Oraá, ofrece un ambiente tranquilo y acogedor. Las dimensiones del local (moderadamente pequeño) contribuyen también a ello.
La carta es ideal para compartir. Comenzamos con una de sus propuestas de «Piqueos»: El tiradito a la crema de ají amarillo. Una propuesta rompedora ya que, visualmente, el plato capta la atención nada más llegar a la mesa por su potente tono amarillo de la crema de ají. Sobra decir que el ají (y en concreto el amarillo), es uno de los ingredientes básicos de la cocina peruana y presente en casi todas sus elaboraciones de platos picantes.
Por otra parte la combinación de sabores es de lo más acertada. El sabor de la corvina y su tersa y firme textura hacen un combo ideal con el picante del ají y la suavidad de la crema.
Probamos también el ceviche nikkei con puré de boniato. Insisto en lo acertado de sus combinaciones de sabores y texturas en toda su carta. El ceviche de por sí coronado con algas ya está muy bueno, pero la unión con el puré de boniato, es de nota.
Continuamos con una selección de sus elaboraciones de sushi más características. Una de ellas es el Gunkan de atún rojo picante. El gunkan consiste en una base de arroz coronado en este caso con atún picante. Es lo más parecido al nigiri, con la diferencia de que el gunkan se rodea con alga nori.
Otro imprescindible de la carta es el Nigiri-hamburguesa de wagyu, rocoto y azul. Volvemos a propuestas arriesgadas y, en este caso, ganadoras. Aunque el hecho de incorporar la carne a las piezas de sushi no es novedad, lo que sí lo es, es combinar la carne de wagyu con el picante rocoto peruano. Un acierto total.
En cuanto a la oferta de rolls, destacamos el de chopitos con tinta de calamar. Ese guiño a la cocina española y, en concreto, a las raíces asturianas, aparece claramente en esta elaboración. Lo mejor la combinación de texturas del chopito con el arroz y el alga.
Con el pulpo hemos topado… Sí, me gusta. Mucho. Y en Ronda 14 es otro de los platos clave de su menú: Pulpo parrillero con patatinas. Excelente punto tanto del pulpo como de las patatas. Y el crujiente de tinta de calamar, le da un toque fabuloso.
Deja sitio para el postre. La pasión de coco y menta puede que sea, quizás, la propuesta más original de su carta. Sin embargo, te recomiendo la tarta de queso.
Ojo, si buscas la «tan de moda» tarta semifluida, aquí no la vas a encontrar. Sin embargo, la textura del queso es de lo más lograda. Plus: riquísima la galleta y el helado.
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