Las comparaciones son odiosas. En eso estamos todos de acuerdo. Pero es que «no es lo mismo (como diría Alejandro Sanz) ser que estar ni es lo mismo estar que quedarse». Pues por la misma regla de tres, no es lo mismo un restaurante chino que un Hongkonés. «No es lo mismo, es distinto»
Por este motivo nace en Madrid The One, el único (como su propio nombre indica) restaurante de alta cocina hongkonesa de la capital.
Para los más neófitos, resultará harto complicado diferenciar entre la cocina asiática, la oriental, la china y, en este caso, más específicamente, la de Hong Kong.
Así que, para solventarnos estas cuestiones, la copropietaria y jefa de sala Xiang Xu y el chef del restaurante, Dave Cheng, nos explican que la cocina de Hong Kong es más ligera y saludable que en el resto de China. Y ello es debido a su cultura ancestral, así como el hecho de su situación geográfica, abierto al mar.
También es crucial el interés que tienen por el bienestar tanto físico como mental (y espiritual). Así, su cocina es muy apreciada por esta especial sensibilidad hacia la salud, tan de moda en nuestra sociedad actual.
Continúa Dave Cheng comentántonos que su objetivo es acercar al cliente español la filosofía tradicional de su tierra, que se basa en la calidad del producto, que además ha de ser muy fresco para conseguir una comida sana, que sea baja en grasas.
Comenzamos con unas gambas a la gabardina con salsa de sésamo.
Pero, además de presentarnos los platos más tradicionales (reinterpretados), recupera elaboraciones del libro de recetas de su padre.
Continuamos con una sopa agripicante con flor de tofu, acompañada de pan de ajo de Las Pedroñeras. Una suculenta combinación de sabores, ideal para los amantes del picante. Y es que la cocina en Hong Kong está muy ligada a la medicina tradicional china, en la que la correcta alimentación es la base de una buena salud.
En Hong Kong se utiliza el vapor como método de cocción para cuidar el producto, para mantener su esencia y, por ende, ligereza (sin que llegue a estar crudo).
Estos exquisitos berberechos al estilo hongkonéstransmiten a la perfección la expresión cantonesa WOK HEI o humo de wok, que significa que ha de pasar menos de un minuto desde que el plato está listo hasta que llega a la mesa y gozar de esa parte tan fundamental de su cocina: tomar los alimentos recién hechos.
Bien sea en familia, en pareja o por trabajo, en Hong Kong la comida es la excusa perfecta para reunirse. Del mismo modo, la comida es el hilo conductor de las relaciones personales, de ahí que los platos se compartan. Así compartimos estos tiernos y, a la vez, súper crujientes rollitos con verduras y setas.
Me encanta el hecho de que los platos llegan a la mesa de uno en uno, para compartir y, por supuesto, para que no se enfríen.
En cuanto a las carnes, espectaculares estas costillas maceradas y rebozadas al wok, así como el suculento solomillo de ternera con setas variadas y salsa The ONE (de la foto de portada). La salsa es casera de pimienta negra elaborada con una reducción de carne de ternera.
La carta se basa en producto de primera calidad y recetas tradicionales, pero destacando un punto de modernidad (y cosmopolita) gracias a los viajes y estancias por el mundo del chef Cheng.
El pescado y el marisco, por ejemplo, llegan a diario de Galicia. Las especias las traen directamente de Hong Kong. Un ejemplo es el polvo de jengibre, que se trata de un jengibre deshidratado más suave que el indio.
Con ellos elabora esta espectacular lubina al vapor de jengibre con brócoli, espárragos y salsa casera de soja.
Por cierto, no se pone sal para la cocción de pescados y mariscos, sino que se preparan salsas de fondos largos que potencian su sabor. Eso sí, siempre suaves y ligeras.
Los platos normalmente se terminan con salsas caseras (diferentes para cada plato). Todas se preparan al momento, sin precocinados ni potenciadores artificiales de sabor. Es el caso de los langostinos salteados con salsa especial The ONE.
Otros platos que probamos fueron las ancas de rana con salteado de verduras y soja, el arroz trufado con vieira y noodles de trigo y huevo de Hong Kong, salteados con salsa de soja, verduras y ternera.
Seas o no fan de los dulces, te recomiendo que dejes sitio para el postre y pidas su coulant de chocolate belga con 5 especias chinas y helado.Suave, delicado y… muy adictivo. ¡No te arrepentirás!
Otra buena opción es el Pastéis de Belém al estilo de Macao (versión light) con helado.
¿Nos vamos a Hong Kong?