LA TORTILLA. Tan nuestra…
Esa elaboración, ese esmero, ese mimo, ese cuidado por las cosas bien hechas, esos ingredientes básicos de nuestra gastronomía, esos productos de primera calidad que marcan la diferencia,…
Con amor, cariño y admiración podría seguir alabando las bondades de una de nuestras elaboraciones más adoradas. Y es que la mezcla básica de huevos, patatas, aceite y sal no es cosa sencilla. Por ello, me dispongo a hablaros de algunas de las mejores que podemos degustar en la capital.
Todo un mundo es el que podemos investigar entorno a la tortilla, sus ingredientes y elaboración:
- Las patatas: fritas, cocidas, machacadas,… En trozos grandes, en láminas, en dados, tan hecha y mezclada con el huevo que se funde en el paisaje del plato,…
- La cebolla. El gran debate ¿Con o sin? En caso afirmativo ¿caramelizada?
- El punto de la tortilla. Debate parecido o incluso mayor: ¿Poco cuajada o muy poco cuajada, huevo semilíquido (que viene a ser la transformación de un líquido -albúmina- en lago sólido o pastoso), jugosa, cuajada, seca, suela de zapato? Para gustos…
- Salsa para acompañar: mayonesa, picante, mostaza, con vinagre,… ¿Sí o no?
- El tamaño ¿importa?: ¿pincho o tortilla entera?
- El grosor: tan fina y sutil que podría confundirse con una tortilla francesa, de las dimensiones de una tarta o, quizá, para los más moderados, un término medio.
- ¡El pan! Es el único punto en el que casi todos los parroquianos suelen coincidir: bueno, de calidad. Industrial no nos vale.
Dicho esto, me lanzo a la piscina con algunos de los templos a los que acudir sin temor a errar:
1. La Ardosa – C/ Colón, 13
Con gran dificultad, finalmente vuelvo a decantarme por La Ardosa para lo más alto del pódium. Y es que la historia de esta taberna abierta en 1892 tiene un peso específico.
Castiza y llena hasta la bandera a diario. Esas son las principales señas de identidad. Amén de la tortilla (y las croquetas). Eso sí, aquí la tortilla es para los del club «poco cuajada». Sin embargo, hace las delicias tanto de los fans de «con cebolla» como de los que la prefieren «sin». Y es que está tan suave y melosa, que caerás en la tentación.
2. Casa Dani – Mercado de La Paz
Que levante la mano aquel que haya presenciado alguna conversación relativa a las tortillas que se elaboran y Madrid y haya oído mencionar las dos palabras mágicas «Casa Dani». Pues eso…
Se ubica dentro del sibarita y exquisito Mercado de la Paz y lleva siendo, al igual que La Ardosa, un habitual desde hace décadas de las mejores tortillas de patata de Madrid. Y, otra similitud con la anterior, está a tope vayas a la hora que vayas.
Lola y Dani han sido los responsables del éxito de esta jugosísima elaboración, que ahora regenta la segunda generación. Placer para los sentidos acercarse a ver cómo las elaboran: con los huevos de otro puesto del mercado y en sartenes de hierro fundido. Una rápida vuelta y vuelta … et voilà!
¡Ah! La original va con cebolla, pero puedes pedirla sin. Puedes tomarla en la barra o llevarte la tortilla a casa directamente.
3. Barrutia y el 9 – C/ Santa Teresa, 9
El tesoro de Las Salesas. En este local pequeño de la Calle Santa Teresa, Luis Barrutia elabora una de las mejores -y no tan conocidas- tortillas de Madrid. En este caso, con trufa.
La taberna es uno de los locales más curiosos de la zona. Puedes encontrar desde octogenarios asiduos al local hasta a los jóvenes más modernos de la capital. Y, todos ellos, disfrutan de esta jugosa tortilla coronada con trufa negra que le da un toque extraordinario.
4. Sylkar – C/ Espronceda, 17
Bar, bar. Así podríamos definir Sylkar. Un local de los de toda la vida que ha sabido mantener su espacio a pesar del boom que se produjo en la última década en la zona de Ponzano.
Se definen como casa de comidas (y así es). Pero, desde luego, el brillo en Sylkar lo produce su tortilla de patatas. La elaboran con y sin cebolla y es también una de las más demandadas desde hace años en la ciudad.
También jugosa como en Casa Dani, pero menos cuajada aún, si cabe. Es decir, es de esas que al servirla cobra vida propia y se expande por todo el plato. ¡Que aproveche!
5. Pez Tortilla – C/ Pez, 36 C/ Cava Baja, 42 C/ Espoz y Mina, 13
Tal es el éxito de su fórmula que no dejan de abrir locales. Sus inicios fueron en la calle que da nombre a os locales, la Calle Pez. Y es que la oferta es clara, concisa y reducida. En esta neotarbenna encontrarás pinchos de tamaño más que generoso y a un precio muy asequible. Se centra, en definitiva, en las tortillas, una selección de croquetas y algún pequeño plato más para compartir. Como plus, las cervezas de diferentes partes del mundo (enhorabuena a los fans de las artesanas).
Pero, si hay que señalar un punto diferenciador, es que se han especializado en tortillas poco cuajadas y con diferentes ingredientes añadidos (cuestión que no era muy usual en Madrid). Algunas de ellas: clásica con cebolla, de brie trufado con jamón (bestseller), de trigueros con puerros, de queso azul con nueces, de pulpo a la gallega, de parmesano con tomate seco y rúcula, de berenjena con salmorejo o calabacín con cebolla pochada, entre otros.
6. La Penela – Ocafú (varios locales)
Gallegos han sabido ir un poco más allá del buen producto del mar gallego y hacerse un hueco en el disputado olimpo de las tortillas más reconocidas que se elaboran en la capital. La casa madre, La Penela, sigue ganando (para mi gusto) y sin despeinarse a los posteriores Ocafú.
Clave para ello ha sido la posibilidad de disfrutar en el centro de la península de la mítica tortilla de Betanzos. Poco, muy poco cuajada. El paraíso para aquellos que adoran ver cómo corre el huevo semilíquido por el plato en cuanto uno roza la tortilla con el cuchillo. Los huevos… también de Betanzos.
También puedes llevártela a casa. A gusto del consumidor…
7. Taberna y Media – Lope de Rueda, 30
En mi oda particular a las tabernas, no puedo olvidarme de Taberna y Media.
Ya sabes… en una taberna, la tortilla es un básico que no debería faltar. Desde luego la de esta casa es ya una delicia por sí sola. Pero, si además tiene sorpresa… no te quedará más remedio que probarla en tu próxima visita.
Es tierna, jugosa y con un ingrediente, digamos, diferente. La nueva tortilla de Taberna y Media es… ¡de callos! Picaditos tan pequeños y tan suaves que lo más probable es que no te dieses cuenta si no lo supieses.
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8. Taberna Pedraza – C/ Recoletos, 4
Volver al origen. Estas son las tres palabras con las que se definen en la casa. Y yo he de decir… ¡que me encantan! Carmen y Santiago son los responsables del éxito de la taberna (cosa que no ha cambiado desde que se mudaron a la Calle Recoletos).
Tal y como mencionaba en La Penela, en Pedraza también elaboran la tortilla estilo Betanzos. Cabe decir que el número de adeptos no para de crecer. Pero es que en esta casa todo lo hacen con esmero y cariño, no solo la tortilla. Famosas son sus croquetas y el cocido.
Pero, centrándonos en la tortilla, es jugosa y exquisita gracias a los huevos de corral (de gallina joven y además utilizan más huevos de lo habitual para lograr esa jugosidad). ¡Ojo! Aquí no hay pinchos (al igual que la anterior) por motivos obvios…
9. Colósimo C/ José Ortega y Gasset, 67
Nuevos en el barrio son los hermanos Romero. Aún así, el restaurante ya es un referente en el madrileño Barrio de Salamanca. Estos jóvenes gaditanos son unos verdaderos expertos en fondos y guisos tradicionales.
Pero, si hay algo por lo que ya son conocidos en toda la ciudad, es por su tortilla. Muchos son los madrileños que se acercan a probarla, incluso a la hora del desayuno. Para más señas (y, como bien se aprecia en la foto) es de las que lleva mucha cebolla. Además los huevos camperos le aportan un magnífico sabor. Poco cuajada y, fundamentalmente, recién hecha.
¡Ah! Y no la pidas sin cebolla. Aquí es «con con».
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10. Juana La Loca – Plaza Puerta de Moros, 4
Bar de tapas ubicado en el madrileñísimo barrio de La Latina. Además de lleno absoluto los domingos, son muchos los parroquianos que se acercan a la Puerta de Moros para degustar alguno de los pinchos que elaboran a diario.
La suya también es del las poco cuajadas, pero con una diferencia. Y es que la cebolla es confitada. Le aporta un sabor extra y textura fabulosa.
Además de ese punto caramelizado, el éxito lo logra elevando tan suculento bocado a la cima de una tostada de pan crujiente.
¡Ooooojo! Son todas las que están, pero… ¡ni-de-le-jos están todas las que son! (Y tampoco necesariamente en este orden)
Buena prueba de ello son las excelentes tortillas de La Primera, La Maruca, La Ancha, Txirimiri, Las Tortillas de Gabino o José Luis, entre otros.
Ahora sí, vuestro turno. Vamos a ampliar la lista ¿Cuáles son vuestras favoritas?
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