Madrid, Milán, DF o Tokyo. Estas cuatro capitales (y alguna más) se dan cita en la carta de Ottica.
Se trata de un local desenfadado que se ha reinventado, convirtiéndose en un rincón ideal para reunirte con tus amigos y viajar a través de los sabores.
Comenzamos con la ensaladilla Ottica. Una de las características que han querido plasmar en sus elaboraciones son los contrastes: lo clásico reinventado; comida de ayer y de hoy.
Así que, en este caso, nuestra querida ensaladilla rusa tiene un punto muy pink gracias a la remolacha. Además va acompañada de salsa de piquillo.
Y, por supuesto, un básico que no puede faltar: una buena ración de croquetas. De jamón ibérico, carabineros o trufa. Buenas todas, pero las de carabineros están especialmente ricas.
Y, de la cocina española nos dirigimos al este hasta llegar a Asia. Un must de su carta, para mi gusto, son las gyozas de pollo y verduras. La mayonesa de kimuchi le aporta un punto especiado y picante extraordinario. Lo mejor, la masa: fina y muy sabrosa.
Tienen amplia variedad de entrantes para compartir. Pero, además de los mencionados, destacaría su tortilla de patata trufada con queso gorgonzola y espuma de cebolla caramelizada o la burrata trufada con confitura de calabaza y aceite verde.
Si pasamos a los principales, uno de los más demandados es este tataki de salmón marinado con salsa Ottica y dados de mango. Del mar también puedes optar por un tartar de atún rojo o vieiras con jamón ibérico.
Si por el contrario te decantas por la carne, en su menú encontrarás lasaña de robo de toro, hamburguesa de Black Angus, Steak Tartar, chuletón de Ávila o este abanico ibérico al carbón con patatas fritas.
Llega el momento más dulce de la velada y te recomiendo que pidas su best seller: la tarta de Nutella y praliné de avellana crujiente. Otra buena opción para los menos chocolateros es la tarta de queso con frutos rojos.
Ya sabes, si aún no has decidido dónde hacer la cena de Navidad con tus amigos, … ¡problema resuelto!