Afortunadamente, cada vez es mayor el número de restaurantes que aterrizan en España manteniendo las recetas originales del país del que provienen. Así, hace poco más de nueve meses que abrió sus puertas el restaurante Hong Kong 70 en el centro de la capital y ya se ha convertido en un referente de la cocina cantonesa.
Y es que, a diferencia de otros restaurantes de este tipo de gastronomía, las elaboraciones no se han adaptado a los gustos occidentales, sino que ofrece platos clásicos de la verdadera gastronomía tradicional de Hong Kong.
Ya tienen un antecedente en Madrid. La taberna japonesa Ninja Ramen (de la que he hablado en la web en las últimas semanas) es la hermana mayor; ubicada en pleno barrio de Malasaña lleva cosechando éxitos desde su apertura en 2015.
La cocina china se caracteriza por una sucesión de platos que suelen ir al centro de la mesa para compartir. Tanto los Dim Sum como los entrantes en general de Hong Kong 70 son una verdadera delicia.
Comenzamos con unos Won ton de cerdo y gambas, con aceite picante
Según nos cuenta la propietaria del local, Paloma, el nombre del restaurante se debe a que Hong Kong es conocida como la capital gastronómica de Asia por su variedad culinaria. Y, en concreto, la comida callejera y los bulliciosos dai pai dong (puestos de comida callejera) son legendarios.
Así, nos trasladamos del centro de Hong Kong al centro de la capital de España. Hong Kong 70 está junto a la Plaza Mayor en la castiza calle Toledo.
De lo más destacable del restaurante es el cuidado de los detalles. Ello es aplicable tanto al local como a la oferta culinaria y el servicio.
Otro de los platos que está recibiendo más elogios es el de empanadillas de pato con foie flambeado.
El local cuenta con dos plantas. En la planta superior (de entrada desde la calle), el ambiente es callejero, el Hong Kong de los años 70. Ello queda patente gracias a la decoración con guiños a la cultura oriental. Buen ejemplo de ello son los taburetes rojos, las mesas con tableros formados por piezas del popular juego chino Mahjong o los periódicos que cuelgan de las paredes que simulan los reales de la época.
Además, la decoración del local está inspirada en el ambiente de esta región china en la década de los años 70, de ahí el número que figura en su denominación.
Los bao se han convertido en un imprescindible en las cartas de los restaurantes de cocina asiática en los últimos tiempos. Así, el que ofrecen en este local, relleno de carne de cerdo con jengibre y vinagre es uno de los must que no deberías dejar de probar.
Si continúas más al fondo de la sala, tendrás la sensación de estar en plena calle debido a detalles tales como las réplicas de patos colgando de la cocina vista del restaurante bajo un cartel de luces de neón; las sillas y mesas metálicas como de terraza; un toldo de anchas rayas rojas, blancas y verdes (los tonos que predominan en toda la estancia); o el suelo de cemento con líneas pintadas.
Llegamos a la elaboración que más me ha sorprendido (y gustado). Se trata de las vieiras de fideos de soja y salsa XO. Que soy fan de las vieiras no es novedad. Pero si además estas vienen acompañadas de una salsa XO y mezcladas con unos finísimos y sutiles fideos de soja, el éxito es seguro.
Continuando con la distribución del local y la decoración, la planta de abajo es, a todas luces, más íntima y oscura. Ello es debido al ladrillo visto, acompañado por unas cortinas de color rojo oscuro de flecos que cuelgan de los techos abovedados y al terciopelo burdeos de algunos asientos en combinación con sillas de mimbre.
Un letrero de luces de neón verdes y apliques de pared como única iluminación completan la sala, en la que como anexo esconde un original reservado circular de asiento corrido en forma de jaula dorada.
En esta planta, los baños también integran la ornamentación oriental, en los que toma protagonismo la cerámica china y numerosas y abultadas jaulas doradas ubicadas sobre el suelo en un rincón.
Pero además de los suculentos entrantes, baos o dim sum, la carta de Hong Kong nos sorprende con unos suculentos asados: pato Hong Kong, costillas de cerdo o torreznos, entre otros. Este plato hará las delicias de los más carnívoros.
Su oferta gastronómica, como digo, ejecutada por chefs de Hong Kong, es de lo más variada y genuina. Las propuestas provienen del recetario cantonés tradicional y todos los platos se elaboran a mano.
En su carta se pueden encontrar exquisitos platos de verduras poco conocidas en España como esta coliflor baby china, jiaozi o las cazuelas de arroz cantonés al horno, entre otros.
Como platos principales, además del Pato asado Hong Kong del que hablaba anteriormente (y que es la especialidad de la casa) destaca la carne asada cantonesa. También presenta numerosas propuestas a base de cangrejo, langostinos, pollo o ternera.
Además, dispone de un menú del día (de martes a viernes a mediodía) para que el comensal pueda disfrutar de una pequeña muestra de la auténtica cocina tradicional cantonesa.
Aunque no seas goloso, te recomiendo que pruebes su delicioso Pastel de Belén estilo Macao