Café Comercial, sabor castizo en el renovado café de las tertulias

En 1887 abría el Café Comercial, uno de los más longevos y antiguos de Madrid. Uno de los templos durante décadas del chocolate con churros, sus paredes han sido testigo de famosas tertulias literarias durante la posguerra. Blas de Otero, Jardiel Poncela, Sánchez Ferlosio o el poeta Antonio Machado son solo algunos de los ejemplos de literatos que pasaron por las tertulias del Café Comercial.

Del mismo modo, el Nobel Camilo José Cela tomó como referencia el Comercial para su novela La Colmena.

Tras su inesperado cierre en 2015, vuelve con fuerza en 2017 abanderado por el Grupo El Escondite. De aquella época mantiene el espíritu bohemio de las tertulias literarias, aunque con una visión más actual y moderna.

Ensaladilla Café Comercial

En la actualidad, el Café se divide en tres espacios muy bien diferenciados. La mítica barra en la planta a pie de calle, así como el comedor / salón de tertulias. Mantiene el estilo de siempre, con pequeños retoques y modificaciones. En la primera planta se encuentra el nuevo restaurante con un ambiente cuidado, elegante aunque informal y muy castizo.

El local está abierto todo el día. En él puedes ir a tomar su característico desayuno o el imprescindible aperitivo en la barra con una cerveza o su vermut casero. Aunque puedes decantarte por una suculenta merienda con un chocolatito con churros y buena conversación. O bien un almuerzo / cena en la planta superior y terminar con una copa en su rincón para cocktails.

Es en la planta de arriba donde se ha producido el mayor cambio del Café. Un rincón acogedor, agradable y elegante, que cuenta con un escenario donde tienen lugar actuaciones en directo, dentro de su programa cultural.

Planta superior del Café Comercial

Como has podido ver anteriormente, la ensaladilla «Café Comercial» es uno de los imprescindibles de la casa. Otros clásicos que has de probar sí o sí son sus croquetas con leche de la Sierra de Madrid. Puedes optar por las de jamón ibérico de bellota o las de camarones. Mi sugerencia es que las pidas variadas.

Croquetas de jamón ibérico de bellota (alargadas) y croquetas de camarones (redondas)

En la foto que sigue puedes ver en detalle las croquetas de jamón ibérico de bellota. Sabor potente, bechamel cremosa sin llegar a las tan de moda semilíquidas y con fritura ultra crujiente y perfecta.

Sin embargo, tengo que hacer mención especial a las croquetas de camarones. ¡Son un auténtico espectáculo! La combinación del crujiente de la fritura con la cremosidad de la bechamel y los camarones ¡enteros! hace que se cuelen entre algunas de las mejores de la capital.

Detalle de las croquetas de jamón ibérico de bellota

Además de las croquetas y la ensaladilla, otros platos a tener en cuenta dentro de los «Clásicos Castizos» son los mejillones tigre, bravas con alioli de madroño, huevos de corral con camarones o mollejas de ternera.

Buena parte de su oferta son platos para compartir, lo cual nos encanta. Puedes comenzar con unos quesos artesanos y jamón ibérico de bellota cortado a cuchillo y continuar con unas alcachofas confitadas con aceite arbequina para chuparse los dedos.

Alcachofas confitadas

Entre los principales, puedes optar por platos de la lonja (como bien dicen en la carta, ya se sabe cuál es el mayor puerto de España…), al horno (a fuego lento) o su horno Josper «Madrid en ascuas»

Entre los platos de la lonja cabe destacar el atún rojo fileteado, la merluza de pincho y el sapito de rape a la espalda.

En su Josper elaboran Solomillo de vaca vieja, chuleta y hamburguesa de vaca madurada, pluma ibérica o pollo picantón braseado «a lo Mingo».

Si optas por degustar alguno de sus platos «a fuego lento» en el horno, puedes eligir entre su paletilla de cordero lechal, el arroz meloso con chipirones y gambones o el canelón de rabo de toro.

No hemos podido resistirnos a probar uno de sus platos estrella: el canelón de rabo de toro en su jugo con bechamel y portobello. ¡Todo un acierto! Suave textura, carne que se deshace y acertada combinación de sabores del rabo de toro con la seta portobello.

Canelón de rabo de toro

Llegamos a un punto crucial de la velada: el momento de probar su tarta de queso. ¡No te vayas del Café Comercial sin probarla! Incluso los menos golosos… babearán. Se trata de una tarta extremadamente suave y con un paladar muy delicado. Horneada impecable y acompañada de frutos rojos y helado de galleta artesana.

Si por el contrario el azúcar es lo tuyo, te recomiendo la torrija caramelizada sobre arroz con leche y acompañada de helado de violeta. ¡Otro acierto! Un guiño a la tradición, a los madrileños, a Madrid y a los sabores de siempre que nos evocan recuerdos de nuestra infancia. ¡Bravo!

Tarta de queso y torrija caramelizada

Este otro rincón de la planta superior es ideal para disfrutar de una velada de música en directo o alguno de sus eventos (agenda cultural) y terminar con un cocktail (también disponen de barra en la primera planta).

Planta Superior Café Comercial

 

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