En pleno barrio de Chamberí, en el madrileñísimo Paseo de Eduardo Dato, se ubica Prístino, una Casa de Comidas -contemporánea- en la que disfrutar tanto de un almuerzo en familia como de una comida de negocios o una velada romántica.
El recetario tradicional se pone de manifiesto y va en sintonía con ese deseo de complacer al comensal, haciendo que el tiempo se ralentice y el disfrute sea máximo.
Con un ambiente acogedor y un más que considerable (y muy de agradecer) espacio entre mesas, Prístino nos propone dar un capricho a los sentidos. Ya el nombre es significativo… y es que el término prístino hace referencia a la pureza, a la esencia en esa forma primera y original. Se trata de un guiño a esa vuelta a los orígenes.
En su oferta gastronómica destacan las croquetas de cecina o la ensaladilla rusa, la de toda la vida, entre sus entrantes y platos para compartir. SI buscas algo más contundente, no lo pienses y atrévete a probar sus suculentos callos.
Aprovechando esta fabulosa época del año, te recomiendo sus alcachofas confitadas. Aunque si eres más de cuchara, además de los callos, elaboran lentejas castellanas con sus sacramentos y verdinas en salsa verde con almejas.
En cuanto a los platos principales, una estudiada selección de carnes, pescados y arroz. Chuletón de vaca Simmental para dos, cachopo con cecina e Idiazábal o el pollo en pepitoria son algunos de sus best sellers. En cuanto a los pescados, rape, merluza rebozada o lubina a la sal, además de este bacalao a la madrileña.
Si estás de antojo y te apetece un arroz, puedes pedir el meloso de carabineros. También, en estas fechas de Cuaresma y próximas a la Semana Santa, el nuevo chef de la casa, Roberto Serrano, prepara un apetecible potaje de vigilia. Y, de igual manera, hasta final de mes (y bajo reserva) cuentan con el tradicional cocido madrileño.
Deja sitio para el postre. Hay para todos los gustos. Para los menos golosos, su tarta de queso (con queso de cabra, azul, Idiazábal) es ideal. Para los más madrileños, el de violeta y su caramelo. Para los que adoran el dulce, el de chocolate. Y, para los que siguen a pues juntillas los dulces tradicionales, la leche frita con helado de leche merengada será su glorioso punto y final.
Por si todo ello no fuese suficiente, también han puesto en marcha Mamotreto, su renovado delivery para que disfrutes de las bondades de Prístino en casa.