¡Atención! Te voy a hablar de una de las experiencias gastronómicas más sorprendentes y gratificantes del año ( si no la que más)
Fue allá por 1953 cuando la familia De Pablo Ortega abre una cantina y tienda de alimentación en la localidad soriana de Berlanga de Duero.
Y a finales de los 80 deciden reformar y ampliar el negocio, creando el complejo hostelero que regentan a día de hoy: bar, restaurante Casa Vallecas y hotel Fray Tomás, además de eventos y catering.
Esta época otoñal es un placer acercarse a Soria y conocer de primera mano las delicias que da la tierra en forma de setas.
Comenzamos la experiencia gastronómica con un bocado de boquerón con crema de aceituna y ajo negro, caviar de trucha, hoja de rúcula y helado de guindilla. Un comienzo más que sorprendente. Potente mezcla de sabores (el ajo negro y el boquerón) y texturas (la untuosidad de la crema con la explosión del caviar de trucha)
Sopa de almendra con ajoblanco. El platazo con el que Carlos de Pablo consigue que todos los comensales de esta mesa gastronómica empiecen a suspirar.
Vieiras, carabineros y gelatina de algas. Adicional, aceite de pistacho verde. Poco que añadir, más que esta elaboración es un plato obligado en tu visita a Casa Vallecas.
El otoño es la época de las setas. Y qué mejor tierra que Soria para probar las degustarlas. Este plato de boletus en tres texturas saciará a los grandes amantes de las setas: crema de boletus, boletus salteados y boletus crudos. Elaboración absolutamente maravillosa: el mismo producto tratado de diferente manera que da como resultado este delicado manjar.
Porque no solo de boletus vive el hombre, estos níscalos son una novedad en la carta de Casa Vallecas. Y una novedad que esperamos que se quede. Se trata de níscalos con caldo de pimientos asados, piñones, morro guisado, morcilla y hoja de pino.
Y, entrando un poquito en calor, para los más soperos, un caldo con base de ave para elaborar esta sopa de cibarius, trompeta amarilla, seta cardo y boletus.
Aunque, sin pestañear, puedo decir que mi plato imprescindible y por excelencia de Casa Vallecas es su PAISAJE OTOÑAL. Puré de patata con cibarius y tapado con jamón. Lleva también setas de cardo, trompeta amarilla y boletus. Flores de ajo y de liquen. Además, en el plato encontrarás otras flores de otoño: remolacha, espinaca frita, repollo y hoja de castaña frita.
Cualquier piropo, definición u adjetivación se quedarían cortos. Así que lo voy a dejar en «ve, pruébalo y después me cuentas»
Te cuento que además de las elaboraciones, te sorprenderá el cuidado de cada detalle. La vajilla es capítulo aparte. Enamorada de este plato en el que degustamos el canelón. Y qué decir del servicio… de sobresaliente. El hermano de Carlos se encarga de que cada servicio salga a la perfección, aunando profesionalidad y cercanía.
Terminamos con un postre homenaje al otoño y a la tierra soriana de setas. ¡Ojo al trampantojo de café! Está elaborado también con setas…
Por cierto, además de la carta, puedes optar por Menú Degustación. Igualmente participan en las Jornadas Micológicas y las Jornadas de la Trufa.
Y no puedo por menos que terminar esta publicación dando voz a las bellas palabras que Carlos de Pablo dedica a las setas sorianas:
«Cuando el otoño en Soria hace que afloren en los bosques y eriales las deseadas y caprichosas setas silvestres,
nos llegan a la cocina cestas que, sin pretenderlo, nos evocan cuentos de infancia de bosques mágicos, donde las setas eran casitas de duendes y hadas…
Nosotros solo pretendemos tocarlas con el calor justo, para despertar al duende sin deformar su casa.»
Enhorabuena, Carlos de Pablo. Tu cocina tiene tanta magia como los bosques mágicos de casitas de duendes y hadas.
