Cuando los abuelos Guillermo y Floripes cultivaban las tierras de 1890 no sabían que en ese momento comenzaría una bonita historia. Hoy, 130 años después, su nieto Nacho Álvarez, enólogo revelación en 2016 por Robert Parker por ser el autor del mejor godello del mundo, da vida a un interesante proyecto personal, Pago de los Abuelos. Se basa en la recuperación de viñedos en tierras olvidadas y con una filosofía propia en la que la viticultura tradicional y artesanal junto con un profundo conocimiento enológico nos hacen disfrutar de vinos auténticos, expresivos y únicos.
Es el caso de este blanco fermentado en barrica De los Abuelos Viñedo Barreiros Godello 2018. Una viña plantada en 1890 y cuya parcela fue recuperada en 2015 por Nacho Álvarez. Sobre un suelo de pizarra a 450 metros de altitud y con una pendiente del 30 por ciento, está ubicada en Puente de Domingo Flórez (León), un cruce de caminos entre las comarcas tradicionales de El Bierzo y Valdeorras.
Tras un proceso manual de viticultura y vendimia, y con una producción de 3.000 kilogramos por hectárea, la elaboración de este blanco De Los Abuelos Viñedo Barreiros Godello 2018 comienza con una maceración en frío, desfangado estático y una fermentación en barricas de 600 litros de roble francés. Después de pasar 8 meses de crianza en barrica francesa salen al mercado 2.000 botellas de un godello diferente, fresco, estructurado, con muy buena cremosidad, elegante y mineral.
De color dorado intenso con reflejos verdes, en nariz cuenta con aromas a fruta madura, floral, meloso y recuerdos a especies y tostados muy sutiles. En boca es amplio, cremoso, untuoso, equilibrado, largo y persistente. ¡Un godello para recordar!
Pago de los Abuelos es el proyecto personal del leonés Nacho Álvarez y nace por la ilusión del recuerdo y el cariño por unas tierras olvidadas para el mundo de la enología actual. Viñas que son un homenaje a todos aquellos abuelos que las plantaron, trabajaron y conservaron para que hoy las podamos disfrutar. En la actualidad elaboran 5 vinos, dos blancos, dos tintos y un rosado, todos ellos de parcelas muy especiales.